Oscuro,difícil de contar, cercano a la muerte, que nos causa tanto temor que no logramos darle forma; son algunas definiciones posibles para retratar un cuadro teatral que nace desde las sombras, desde los rincones, desde el interior. Habrá que escarbar en lo profundo de la tierra para develar el misterio. Intentar una respuesta, un alivio, una exhalación, pero será el espectador quien decida esa parte.
Siniestro hace parte de una trilogía; una sucesión de narraciones que se desenmascaran capítulo a capítulo. Amar; el primero, es un monólogo que gira en torno a cuatro historias, personajes, que juegan entre sí, que dan voz a relatos complejos, hazañas y reflexiones en un mundo extraño, más allá del tiempo y de la lógica.
Historias que surgen de hechos reales, de personas reales, esas historias que se cuentan con asombro, donde la voz de las víctimas, el poder y la impunidad , tienen su papel. Ellas hablarán, nos miraran a los ojos para encontrarse, para entenderse, para existir.
